Singapur, viaje y estancia de 2 días en esta maravillosa ciudad

Singapur se convirtió en nuestro primer destino asiático casi por casualidad. Con un viaje de unos 15 días planeado y prácticamente cerrado a Malasia, a última hora pensamos que por que no visitar esta ciudad-estado al sur de la península de Malaya y que estaba relativamente cerca de nuestro principal destino turístico.

Dicho y hecho, sin poder cambiar el destino final de nuestros vuelos, cerrados y pagados, decidimos comprar otros billetes destino a Singapur para el mismo día de llegada a Kuala Lumpur, con lo que tras entrar en Malasia y permanecer en el país unas 2 horas, volveríamos a salir rumbo a Singapur.

Habíamos leído mucho sobre este destino asiático, siempre para bien y donde sobre todo se destacaba esa mezcla de culturas y de tradición con el orden y la modernidad que desprende esta ciudad.

Que Singapur iba a ser un destino totalmente distinto a lo que habíamos visitado hasta entonces empezó a notarse desde el mismo momento en que pusimos un pié en el aeropuerto de la ciudad. Una cuidada terminal donde confluían en un pasillo central todos los vuelos procedentes del Sudeste Asiático.

La sensación de que íbamos a pasar 2 días en una ciudad totalmente distinta se acrecentó cuando tras pasar el control de seguridad pusimos rumbo a la terminal 1 del Aeropuerto de Singapur. Nuestro vuelo llego a la terminal 2, debiendo trasladarnos a la terminal 1 para cojer el metro hasta la ciudad. El transporte entre terminales se realiza en monorail tripulado de forma automática y a penas dura 4 minutos.

Nuestra primera parada en Singapur sería el centro de la ciudad, en concreto Raffles Place, ya que las instrucciones de nuestra reserva de hotel indicaban que no era posible el check-in antes de las 14 horas, por lo tanto pensamos pasar las 4 horas que teníamos por delante en dicha zona.

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Raffles Place

 

Bajamos en la estación de Raffles Place, y en la misma estación, siguiendo el delicioso olor a comida, terminamos delante de un mostrador donde compramos una deliciosas empanadas de carne y vegetales que devoramos sentados en la misma Raffles Place. Tras saciar el hambre, mochila al hombro, pusimos rumbo al Merlion, símbolo de Singapur y que está en la bahía, bastante cerca de donde nosotros estábamos.

A eso de las 11 de la mañana el calor en Singapur empieza a ser insoportable eso, unido a la agobiante humedad y a las horas de vuelo que llevábamos, empezó a hacer mella en nosotros.

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Merlion

 

Pudimos ver el Merlión, que no es otra cosa que una estatua de una figura, mitad león mitad pez y que echa un corro de agua por su boca a la bahía. Nada especial a no ser por las vistas al majestuoso Marina Bay, el gran hotel situado en la otra orilla de la bahía y que se muestra impresionante de día y alucinante de noche. Es lo más destacable del Merlión, eso y los numerosos Indues que se fotografiaban con la figura y que no mostraban ningún respeto ni educación por un pobre Español que intentaba sacar una decente foto sin que salieran en mitad del plano.

Primer paseo por Singapur:

Tras descansar en el hotel y dormir, a media tarde volvimos a la calle a seguir descubriendo turísticamente Singapur. La ciudad cuenta con un fenomenal servicio de Metro, pero a nosotros nos gusta más andar e ir descubriendo cosas a medida que paseamos. Solo utilizamos el Metro cuando es estrictamente necesario. Aprovechado que cerca del hotel estaba Little India, aprovechamos para ir hasta allí andando, con el propósito de ir después bajando hasta la zona de Clarke Quay.

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Little India

 

Lo más curioso de Little India es que en realizad es como dicen, es decir, una vez que entras en Little India es como si dieras un salto en el espacio y aparecieras en la misma India. Paseo por Little India que nos dio tiempo a curiosear por algunos bazares Indues y de visitar el Templo de Sri Veeramakaliamman. Era el primer templo Indú que veíamos y nos sorprendió muchísimo, además había algún tipo de celebración en el interior y eso nos permitió curiosear un poco desde el exterior.

Desde Little India pusimos rumbo andando hasta la zona de Clarke Quay donde llegamos ya caída la noche. Clarke Quay es una zona de ocio situada en la rivera del rio, próxima a la bahía y que esta repleta de terrazas donde poder comer y beber durante la noche. Encuentras de todo y es una zona bastante animada, donde puedes desde dar un paseo en bote por la bahia hasta sentarte en las escalinatas del río a comerte un helado, cosa que hicimos.

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Clarke Quay

 

Tras cenar algo por la zona, y con el cansancio encima, decidimos poner rumbo de nuevo a la bahía, en concreto a la zona del Explanade, un auditorio enorme en cuyos exteriores hay un paseo donde pudimos disfrutar de una exposición de esculturas de luz y de un concierto en un pequeño auditorio que hay al final del Explanade.



 Segundo día en Singapur:

Salimos del hotel bastante temprano dirección a China Town para lo que utilizamos el Metro. Al ser tan temprano, muchos de los puestos del mercado y tiendas del barrio aún no estaban abiertas lo que nos permitió pasear por el barrio tranquilamente y sin aglomeraciones de personas.

 

La primera visita fue al Buda Tooth Relic Temple, pero no pudimos entrar ya que un gran cartel en el exterior rogaba a los visitantes moderación en sus vestimentas, es decir, nada de pantalones cortos, camisetas de tirantas, etc, así que nos limitamos a verlo por fuera.

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Templo de Sri Mariamman

 

De allí, rumbo a al Templo de Sri Mariamman, un templo Indú en pleno barrio Chino, muy similar al resto de templos Indues que iréis encontrando a lo largo de Singapur y Malasia. No entramos ya que a esa hora estaban como limpiando y preparando el recinto para alguna celebración, lo que nos permitió seguir paseando hasta la Mezquita Jamae.

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China Town

 

El resto de la mañana la pasamos paseando por las calle del China Town. Las pequeñas tiendas ya abiertas daban algo de colorido al barrio y daba gusto dedicar un tiempo a respirar el ambiente de la zona y disfrutar de la arquitectura.

A medio día, paseando llegamos hasta la zona de City Hall, allí en un parque en St. Andrews Rd, aprovechamos para descansar un poco escapando del sol y aprovechando para ver algún partido de un torneo de Softball infantil.

El hambre ya apretaba y decidimos seguir nuestro paseo bajo el sol hasta el Suntec City, un centro comercial en la zona financiera conocido por tener una fuente donde se suele hacer algún tipo de espectáculo. Tras un breve paseo por el Suntec City, más que nada para aprovechar el aire acondicionado, que todo hay que decirlo, después de pasear bajo el calor de Singapur se suele pasar frío en los sitios cerrados ya que tienen el aire acondicionado bastante alto, y si eres de los que sudan bastante como yo, lo pasarás mal. Aprovechamos para tomar contacto con el Sushi en una de estas franquicias donde los platos de sushi se pasean por una pasarela mecánica y te cobran según el color del plato. Lo curioso es que en cada mesa había una pantalla táctil desde la cual se podían realizar pedidos y solicitar la cuenta.

Tras haber comido, pusimos rumbo a la zona más comercial en busca de curiosear por algunos centros comerciales, en mi caso, buscaba el famoso centro comercial dedicado en exclusiva a la electrónica. Nos dirigimos a la zona de Bugis donde encontramos varios centros comerciales, incluso entramos en un edificio atestado de pequeños puestos de venta chinos de donde nos fue muy difícil encontrar la salida.

Con el cansancio encima, pusimos rumbo de nuevo hasta la zona de City Hall, pasando por el Raffles Hotel, para cojer el metro hasta el hotel. La noche queríamos dedicarla al Marina Bay.

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Vistas del Marina Bay desde Explanade

 



Marina Bay de Singapur:

Construido por un importante empresario Norteamericano, el Marina Bay Sand es un imponente edificio que se ha convertido en todo un símbolo de Singapur y en un objetivo obligatorio de todos los turistas que visitan la ciudad. El complejo está culminado por una impresionante terraza-mirador con unas vistas impresionantes de Singapur. Junto a la Bahia, todas las noche suele haber un espectáculo de agua, luz y sonido digno de ver.

Fuimos caminando desde Raffles Place hasta el Marina Bay en un agradable paseo con el skyline a nuestras espaldas y pequeños puestos de venta a lo largo de la bahía. Nuestra intención era la de poder subir al mirador del Marina Bay Sand, pero a partir de las 20 horas, aunque el acceso es libre, es obligatorio no ir vestido de turista, es decir, nada de pantalones cortos, camisetas de tirantas, calzado deportivo. No nos permitieron la subida, así que nos conformamos con sentarnos en la bahá y disfrutar del skyline de Singapur y del espectáculo de luz, música y luces del Marina Bay.

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Lau Pa Sat

 

La noche la cerramos visitando el conocido Lau Pa Sat, un hawker donde comer buena comida y además barato. El sitio estaba totalmente abarrotado fuera, así que cenamos tranquilamente en el interior antes de poner rumbo al hotel.

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