La oferta hotelera de Londres es impresionante. Hoteles para todos los bolsillos y gustos, aunque por norma general, el precio medio de una noche de hotel en Londres sigue siendo muy superior al precio medio de una noche en España.
Como siempre que visitamos Londres, la búsqueda de un hotel que se adapte a nuestros gustos y necesidades se hace difícil y son varios los días que pasan hasta que nos decidimos por uno. Tengo que decir que no tenemos unos gustos ni necesidades especiales, tan solo queremos que sea limpio, tranquilo, bien situado y al ser posible, barato.
Se que la cosa está complicada, más si lo que buscas es alojarte en un hotel en Londres cerca del centro.
Para este viaje de 2 noches en Londres buscábamos algo distinto a los dos viajes anteriores. Por ello decidimos descartar la opción de hoteles en la zona de Victoria, en su mayoría casas victorianas restauradas u hostales. Aunque la zona de Victoria es bastante céntrica y tranquila, con la Estación de Victoria a 2 pasos, buscábamos algo distinto a una casa victoriana restaurada como el Georgian House Hotel donde nos quedamos en nuestra primera visita a Londres o algo que no se pareciera en nada a un ataúd como el Easy Hotel de nuestra segunda visita a la capital Inglesa.
Buscando, buscando dimos con el Qbic London City, hotel en la zona de Whitechapel, que presumía de modernidad, decoración y un diseño innovador. Después de leer varias críticas, tanto del hotel como de la zona, nos decidimos por el Qbic London City, reservando desde su web, eso sí, registrándonos previamente en su newsletter para conseguir un 5% de descuento sobre el precio final.
Localización del Qbic Hotel London City:
Como os he dicho, el Qbic London City está situado en el barrio de Whitechapel, a dos pasos de la City Londinense. El barrio donde tuvieron lugar los crímenes de Jack el Destripador y que hoy en día es un crisol de culturas donde no es raro cruzarse por la calle con musulmanes, indios, negros e hispanos.
Whitechapel, a parte de estar cerca de la City, es un barrio con un encanto especial. Sigue conservando muchas de esas callejuelas propias de la época de Jack el Destripador a parte de tener suficientes atractivos como la Whitechapel Art Gallery, el mercado de Old Spitafield o la animada zona de Bricklane.
El Qbic Hotel London City se encuentra en Alder Street, una calle perpendicular a la transitada Whitechapel Road, frente al Altab Ali Park, un coqueto y pequeño parque público y a 1 minuto de la estación de metro de Aldgate East.

Instalaciones:
El Qbic Hotel London City llama la atención por si diseño y decoración, haciendo bastante incapié en el respeto por el medio ambiente y el reciclaje. Una puerta automática da acceso al pequeño hall de recepción donde una gran pantalla de tv táctil nos permite informarnos del hotel, de las actividades más cercanas y de Londres en general.
A la derecha, los dos ascensores y en el frente la recepción camuflada en un pequeño carro de madera. Todo en el Qbic Hotel London City es informal, desde el check in hasta el trato de personal con los huéspedes, lo que no deja de ser un trato educado y correcto pese al acento informal.
A la derecha de la recepción el bar – restaurante, decorado al acorde del resto del hotel, decoración que recuerda a un salón casero con una mezcla de sillones y sofás de diferentes estilos.

El Check in en el hotel es rápido, y como he dicho, bastante informal. Tan solo hay que identificarse para recoger la tarjeta de acceso a la habitación. El proceso de registro se realiza en el momento de confirmar y pagar la reserva desde su web con anterioridad.
La habitación:
El Qbic Hotel London City presume de su innovador diseño, fundamentado en su decoración y en el concepto de habitación que llaman Qbic, y la verdad es que aciertan de pleno.
La primera impresión de que estamos en un hotel que cuida mucho los detalles la tenemos nada más entrar en los ascensores. Dos rápidos elevadores para los que tenemos que usar las tarjetas de acceso a la habitación para poder pulsar el número de nuestro piso. En estos ascensores, recubiertos de madera un plan rústico, podemos encontrar desde elementos decorativos como una guitarra, hasta la predicción meteorológica del día por horas, pasando por algunos chistes o frases del día.

Los pasillos que llevan a las habitaciones están recubiertos por una moqueta verde, imitando a la hierba y la iluminación acorde con el resto del hotel. Tenue pero que deja perfectamente ver el pasillo, dando una sensación de que estamos en una zona tranquila y de descanso. Cerca del ascensor hay un área donde encontraremos una máquina con la que podremos hacernos un café o un té para llevarnos a nuestra habitación.
A medida que recorremos el pasillo, vamos viendo en las diferentes puertas pequeños ositos colgados de ellas. Pronto comprendemos que se tratan de los avisos de «No molestar».
La entrada a la habitación se hace mediante tarjeta de proximidad, es decir, basta con acercar la tarjeta al lector de la puerta para poder acceder a ella.
Al entrar en la habitación, lo primero que nos llama la atención es la decoración. Una mezcla de elementos rústicos y contemporáneos. Nuestra habitación podría medir perfectamente unos 20 metros cuadrados, con un gran ventanal que la ilumina perfectamente. Paredes blancas, y al contrario que la mayoría casas Inglesas, el suelo está cubierto por una agradable tarima de madera imitando el estilo rústico y no por una moqueta. Algo que es de agradecer.

En el centro de la habitación, el concepto Qbic tan promocionado y destacado por el hotel.
El Concepto Qbic:
No deja de ser una estructura de madera, de forma compacta, donde se encuentra la cama, además de enchufes, interruptores, luces y tv. Como novedad es que la parte trasera de la estructura aloja el aseo, es decir, este se sitúa tras la cama metido en la misma estructura.
La cama y su llamativo cabecero presiden toda la habitación. Una cama de matrimonio de la que puedo decir que es el mejor colchón que me he encontrado en un hotel en mucho tiempo. Cómodo, sin ser ni blando ni duro, y al que acompañan cuatro mullidas almohadas. Como única ropa de cama un nórdico, ya que la habitación dispone de aire acondicionado regulable.
La cama no dispone de mesillas de noche, en su lugar, se sitúan dos bandejas, una a cada lado, con huecos para depositar nuestras cosas. Hueco redondo para el vaso, hueco rectangular para los objetos o hueco cuadrado para el móvil.

De esas bandejas, nacen unos perfiles de madera hacia la zona de alta de la estructura. Allí se colocan los distintos enchufes e interruptores y luces led de lecturas individuales para cada lado.
A los pies de la cama, la pantalla de tv que en un principio puede parecer que está colocada muy cerca pero que no molesta para nada. A su lado, una lámpara que da una luz tenue y ambiental a la habitación.
A parte de la estructura de cama – aseo, en la habitación podemos encontrar una mesa, donde nos dejarán cada día una botella decorativa con agua, una especie de galán de noche donde podremos dejar nuestras ropas y abrigos y frente a la entrada del baño un pequeño vestidor con perchas y caja fuerte, todo en madera al estilo rústico.
El aseo:
Se sitúa detrás de la cama, incluido en la misma estructura que esta. Se accede a él a través de una puerta corredera y es bastante amplio y luminoso.

Decorado en dos colores que identifican las dos partes del que consta. Por un lado la zona del lavabo y water y por otro lado la amplia ducha. Entre medio una mampara transparente a modo de separación.
El lavabo mantiene el mismo tipo que el resto de decoración del hotel. Una pila circular sobre un mueble de madera del mismo estilo que el resto de muebles de la habitación. Los mandos para el agua, así como el grifo, están en la misma pared, en la que también se encuentra un gran espejo retro iluminado, es decir que la luz sale de él. Entre el lavabo y la mampara de ducha se sitúa el water.
La ducha es amplia y está dotada de una de esas grandes ducha que salen del techo imitando la lluvia aunque en algunas ocasiones haya que esperar un poco a que salga el agua caliente y su temperatura no sea muy constante.
Hay que tener un poco de cuidado en la ducha. Su suelo es liso, sin dibujos o bandas anti deslizantes, por lo que es muy probable que puedas resbalar cuando uses el jabón.
Como detalle y haciendo gala de la filosofía del hotel, en el aseo podremos encontrar tres dispensadores de jabón ecológico. Uno para manos, otro de gel y un tercero de champú.
El desayuno:
El horario de desayuno es de 7:30 a 10:30 y no está incluido en el precio de la habitación. Se realiza en el bar restaurante que hay a la derecha de la recepción y se abona en el mismo comedor.

La base del desayuno es un pobre buffet continental (£9,95) colocado sobre la barra del bar donde se puede encontrar jamón cocido en lonchas, queso en lochas, cereales, pan de molde y rebanadas, mantequilla, mermeladas, algo de bollería y frutas en almíbar. Además de zumo de naranja y agua de pepino. El café o té se piden al camarero cuando estos nos asignan en una mesa.
Además del buffet continental, existe una carta de desayunos en la que podemos encontrar distintos tipos de desayunos, siendo el más completo el Full Breakfast o Desayuno Londinense como lo llaman en la carta (£10) que es el típico desayuno Inglés, en el que se puede elegir la forma en la que quieres que te hagan los huevo.
Notas:
El Qbic Hotel London City nos pareció un hotel excelente, con un trato exquisito y educado por parte de todo el personal, a la vez que informal.
La media de edad de cliente del hotel durante los dos días que nosotros estuvimos no supera los 50 años. Mucho turista joven, sobre todo parejas.
Las habitaciones y el hotel en general son silenciosos y tranquilos. Las ventanas de las habitaciones dan a calles perpendiculares a la entrada, aún así, la cercanía de la concurrida Whitechapel Road hace que de vez en cuando se oiga en la habitación alguna sirena.

La situación del hotel inmejorable. A un minuto de la estación de metro que te conecta con el resto de la ciudad. Desde el Aeropuerto de Heathrow hasta el hotel, se llega haciendo un transbordo en 1:20 horas aproximadamente. A 5 minutos tienes el mercado de Old Spitafield y al lado la animada zona de Bricklane.
Junto al hotel, en Whitechapel Road tenéis un Tesco donde podréis comprar comida o bebidas y que abre hasta la medianoche.
Por poner un pero al hotel, este sería el desayuno. Yo hubiera incluido el Buffet Continental dentro del precio de la habitación al ser esta una opción con muy poco que elegir.

El hotel dispone de conexión wifi gratuita. Destaca por no utilizar contraseña, basta con conectarte y navegar, y puede ser el único hotel donde he estado donde la señal wifi es fuerte en todo el hotel, además de ser bastante rápida. Hemos utilizado llamadas por voIP sin problemas con la wifi del hotel.
Por lo general, si hay una cuarta visita a Londres, el Qbic Hotel London City tiene muchas papeletas para volver a ser nuestro hotel.