Para nuestra estancia de 2 noches en Singapur, estuvimos bastante tiempo buscando el hotel idóneo, bueno la verdad es que para cualquier viaje siempre dedicamos mucho tiempo buscando un hotel en el no nos llevemos una sorpresa a la llegada.
Son muchos los que opinan que lo importante de un hotel es que esté bien ara dormir, pues solo pisan la habitación para pasar la noche, pero que queréis que os diga, en viajes como a Singapur o Malasia, donde el calor y la humedad son sofocantes, apetece y mucho el hacer un paréntesis después de comer para refrescarse y descansar antes de continuar con las visitas.
En Singapur buscábamos un hotel relativamente céntrico, es decir, que no tuviéramos que andar mucho para llegar, que incluyera desayuno y wifi.
Después de mucho leer opiniones, buscar, mirar por Google Maps, etc, nos decidimos por el Hotel V Lavender, un hotel situado junto a la estación de Metro de Lavender, en la misma linea del aeropuerto y a dos pasos de Little India.
Reservar el Hotel V Lavender:
Utilizamos bastantes buscadores de hoteles intentando encontrar el mejor precio para 2 noches en el Hotel V Lavender de Singapur, y prácticamente en todos los buscadores utilizados el precio era el mismo. Por eso probamos en la web del propio hotel que fue donde mejor precio encontramos, unos 120€ (Impuestos incluidos) por noche, con el desayuno incluido, eso si, no incluía el wifi que terminamos por añadirlo también a la habitación por 10$ el día.
Llegar al Hotel V Lavender de Singapur:
Según las instrucciones de la reserva, el check in solo estaba permitido a partir de las 14 horas locales, nosotros llegamos a Singapur a las 10 horas, y tras estar un par de horas dando vueltas por la Marina, decidimos intentar hacer el check in pues el calor y la humedad podía con nosotros.
La estación de Metro de Lavender está al lado del Hotel V Lavender de Singapur, eso si, te deja en a parte trasera y hay que atravesar un pequeño pasaje lleno de puestos de comidas, bastante frecuentado durante el día y algo menos en la noche, pero al igual que toda la ciudad, nunca tuvimos sensación de inseguridad. También puedes salir a la carretera y rodear el edificio hasta la entrada del Hotel V Lavender, pero vas a tardar más que si lo haces por el pasaje, además te perderás todos los olores de comida asiática que desprenden los puestos de comida del pasaje.
Check in en el Hotel V Lavender de Singapur:
La recepción se encuentra en el vestíbulo del hotel. Un amplio espacio enmoquetado, de color oscuro donde esperaba bastante gente. Frente a la entrada, que se hace por una puerta corrediza, se sitúa el largo mostrador de recepción atendido por varias personas. Los huéspedes hacen cola delante de alguno de los puestos esperando su turno. Lo que más llama la atención nada más entrar en el Hotel V Lavender es el aire acondicionado, que al igual que casi todos los sitios de Singapur, está bajísimo.
No te olvides de solicitar tus claves de acceso al wifi en el caso de que hayas pagado por ellas. Cuando nosotros hicimos el check in en el Hotel V Lanvender, el recepcionista no nos dió la clave y tuvimos que volver a recepción a solicitarlas.
Instalaciones del Hotel V Lanvender de Singapur:
El hotel lo componen dos edificios, uno frente del otro, unidos por la terraza que también alberga la piscina y que está localizada en la planta 4. La piscina es larga y estrecha, aprovechando el largo de separación entre los dos edificios, eso si, a mediodía ya no da el sol en la piscina.
Además, el Hotel V Lavender de Singapur dispone de un café, en la misma terraza de la piscina, gimnasio, y ordenadores con acceso a internet para el público.
Habitaciones del Hotel V Lavender de Singapur:
Las habitaciones son bastante espaciosas y relativamente actuales, también decoradas en tonos oscuros como el resto del hotel.
El acceso a la habitación se hace mediante tarjeta y al entrar, un pequeño pasillo de apenas metro y medio con la puerta de los aseos a la derecha, que da paso a la habitación con vistas a través de un gran ventanal aislado a segundo edificio del hotel y a la piscina que estaba unos pisos más abajo.
A lo largo del ventanal que ocupa toda la pared, se sitúa en la parte inferior una especie de banco de madera donde su pueden dejar las maletas.
Frente a la cama, un escritorio con minibar, lamparita y una televisión en la pared, junto a estos, un armario de pie con perchas.
La cama, en nuestro caso de matrimonio, bastante cómoda, con sus mesillas a ambos lados y luces individuales.
La única pega de la habitación es que lo mandos de las luces se encuentran en la pared junto al escritorio, con lo que para apagar las luces de la cama hay que levantarse hasta el escritorio. Por otro lado, la señal de wifi del hotel llega estupendamente a la habitación y además es bastante rápida.
Desayuno en el Hotel V Lavender de Singapur:
El desayuno del hotel se sirve en la planta 4, en la terraza justo en la zona del café. Es al aire libre y de tipo buffet, más orientado al huésped asiático que al continental. Varios platos calientes asiáticos, como sopas o pasta, arroces, cereales, algo de fruta, panes y zumos, infusiones y café.
El buffet se realiza al aire libre en la terraza, con vistas a la ciudad, aunque a partir de determinadas horas el sol ya empieza a ocupar muchas partes de la terraza y desayunar puede convertirse en un calvario.
Nuestra opinión del Hotel V Lavender de Singapur:
Nuestra estancia fue muy satisfactoria, quizás una sola pega, el horario de arreglo de la habitación. El segundo día llegamos al hotel a eso de las 19 horas para ducharnos y descansar un rato y nuestra habitación aún no había sido arreglada, y eso que nos preocupamos de dejar el aviso en la puerta. Una vez dentro y duchándonos llegaron dos trabajadores, a limpiarla y con los que nos fue difícil comunicarnos pues no hablaban Inglés.
Por otro lado, el Hotel V Lavender de Singapur colmó nuestras exigencias previas, cómodo, tranquilo, relativamente nuevo y sobretodo, bien situado.
